Si tiene la costumbre de leer las etiquetas de los productos, seguro que se ha dado cuenta de que, al final de la lista, muchos presentan ingredientes como conservantes, colorantes y aromatizantes .

Estos aditivos químicos, incluidos por la industria en la elaboración de diversos alimentos, se utilizan por diferentes motivos: "Se aumentan la vida útil, realzan el sabor y dan un aspecto más vibrante a los alimentos Esto los hace más atractivos para los consumidores", explica Gisele Werneck, nutricionista de Belo Horizonte, Minas Gerais.

El uso de estos componentes químicos está regulado por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa). Sin embargo, los fabricantes no necesitan especificar, en el envase, la cantidad de cada elemento, sólo mencionar su presencia en el alimento.

Esto no debería ser un problema ya que, en teoría, su consumo no causaría daños a la salud. Pero lo cierto es que, en exceso, pueden provocar problemas como alergias, enfermedades cardiovasculares e irritaciones gástricas Además, los aditivos pueden incluso estar relacionados con el desarrollo de ciertos tipos de cáncer.

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"Un colorante habitual en la industria, el dióxido de titanio, presente en la leche, los chicles e incluso el jabón, puede penetrar en el sistema nervioso central y provocar depresión. A pesar de ello, sigue siendo muy difícil establecer una relación entre aditivos y enfermedades", aconseja Gisele.

Por ello, es fundamental mantener una dieta más sana, dando preferencia, siempre que sea posible, a comer alimentos naturales, sin aditivos artificiales Deje los productos procesados sólo para ocasiones excepcionales y evítelos en la medida de lo posible a diario.

A continuación, conocerá un poco mejor los principales aditivos utilizados por la industria.

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Conservantes

Los productos procesados necesitan conservantes para aumente su vida útil Así se evita que microorganismos, como hongos y bacterias, o reacciones químicas estropeen los alimentos.

Uno de los conservantes más utilizados es el benzoato. Presente en galletas, mermeladas, salsas, helados y aperitivos, puede acelerar el proceso de déficit de atención en los niños, además de desencadenar crisis alérgicas con síntomas como asma y urticaria.

Tintes

Los tintes se utilizan para mejorar el aspecto visual de los alimentos Los yogures de fresa, por ejemplo, tienen dosis de este componente químico, al igual que las gelatinas, el jamón y los caramelos.

Suelen asociarse a casos de alergia y algunos tipos de colorantes, como la tartrazina, también pueden contribuir a la hiperactividad y la dificultad de concentración. Algunos estudios también demuestran que el caramelo IV, un colorante presente en los refrescos, puede ser cancerígeno.

Aromas

Aperitivos con sabor a pizza, helados de fresa, gelatina de limón... Todos estos alimentos acaban recibiendo aditivos que trabajan para realzar su sabor y aroma .

Uno de los aromatizantes más famosos es el glutamato monosódico, capaz de intensificar el sabor de cualquier producto. Hay investigaciones que sugieren que, una vez en el organismo, actúa como transmisor de impulsos nerviosos en el cerebro, por lo que su consumo excesivo se ha relacionado con la aparición de enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson y tumores.

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